viernes, 13 de octubre de 2017

SER MÁS INCLUYENTES ANTES QUE SUCRE SE NOS MUERA

Mural "tejiendo nuestras culturas" del artista Diego Vilar Franco
Lugar: Teatro al Aire Libre, (Sucre-Bolivia)
Es recurrente hablar con mis alumnos sobre la coyuntura económica local, coincidimos siempre en el escaso nivel de producción que tiene el mercado sucrense, la deprimente actividad económica  hace que falten fuentes laborales o por el contario se tenga un insipiente aparato productivo muy dependiente de las economías alternativas.

Genera constante reflexión en los hilos o formas en las cuales se debe de reactivar la economía, son temas muy álgidos principalmente la lucha contra la mentalidad localista que a veces logra abstraerse y manifestarse en temas tan funestos como que se es muy excluyente, aceptar al migrante como si fuera enemigo, como si la respuesta ante la crisis sería depurar o exiliar a los propios ciudadanos sucrenses y evitar la diversidad, la pluralidad que son parte de las grandes ciudades cosmopolitas.

Hace días en reflexiones con grupos de estudiantes de Sociología, discutíamos con énfasis esas expresiones un tanto xenofóbicas, hacía migrantes del interior, siendo estos que provienen de La Paz, Oruro, Potosí, Cochabamba, Tarija u otro municipio del mismo departamento, con que se trata con cierto desprecio o busca interponer la identidad sucrense por encima de las crisis económica y laboral en el municipio.
Un día hacíamos comparaciones porque una ciudad como El Alto, en un poco más de tres años, ha logrado tener un desarrollo superior, tanto en población como económicamente, son diversas variables las que explican a pesar de tal vez tener un ambiente adverso, por la altiplanicie puedan reflotar contra todas las adversidad y construir una ciudad que es a más de ser muy joven también aglutina sin ningún tipo de recelo ni prejuicio a migrantes de todo tipo.

Qué pasa si la Universidad San Francisco Xavier de Chuquisaca, por razones que uno no desea nunca, pudiera agudizar su crisis y dejar en duda su prestigio haciendo que ya no sea oferta académica de estudiantes del interior y reduciría considerablemente sus matrículas como reacción colateral, bajaría la demanda por alquileres, pensiones, remesas. La capital prácticamente depende económicamente de sobremanera por acoger a estudiantes a quienes a menudo se escucha algún maltrato según su origen de residencia. Si se cierra la Universidad ¡Sucre se nos muere!.

“Sólo estoy esperando titularme para irme de la ciudad”, es un comentario muy recurrente, la posibilidad de generar alguna relación afectiva que pueda mantenerse en el tiempo, con los futuros profesionales como también como cualquier persona que de manera temporal o definitivamente pueda residir en nuestra capital son escasas, por lo general estudiantes y habitantes si tienen alguna oportunidad de migrar lo harían sin pensarlo demasiado.

Ayer miércoles 11 de octubre salió un dato en el periódico el País de Tarija, quién indica que ante la crisis económica que vive también ese departamento la mano de obra, o trabajadores migran con preferencia a cuatro departamentos tales como La Paz, Santa Cruz, Cochabamba y Potosí, no se menciona Chuquisaca, esté dato ameritaría que se haga también un estudio sobre el movimiento migratorio de nuestro departamento, porque más allá de la falta de datos concretos, se siente un ambiente álgido para profesionales jóvenes, la merma del desempleo y la falta de oportunidades.

Si no se trata de generar un ambiente en el cual se pueda dar mayores oportunidades y emprendimientos, a incitativas laborales, ser más afables o tener una cultura incluyente que haga que cualquier migrante pueda sentir el calor de una ciudad que deja prejuicios y se construye con el esfuerzo colectivo de sumarse constantemente más que de dividirse o fraccionarse.
Sucre, 12 de octubre de 2017


Por: Fernando Flores Zuleta
Sociotopia 44/ Publicado en el Periódico el "Libertador" 

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