Mural "tejiendo nuestras culturas" del artista Diego Vilar Franco Lugar: Teatro al Aire Libre, (Sucre-Bolivia) |
Es recurrente
hablar con mis alumnos sobre la coyuntura económica local, coincidimos siempre
en el escaso nivel de producción que tiene el mercado sucrense, la deprimente
actividad económica hace que falten
fuentes laborales o por el contario se tenga un insipiente aparato productivo
muy dependiente de las economías alternativas.
Genera constante
reflexión en los hilos o formas en las cuales se debe de reactivar la economía,
son temas muy álgidos principalmente la lucha contra la mentalidad localista
que a veces logra abstraerse y manifestarse en temas tan funestos como que se
es muy excluyente, aceptar al migrante como si fuera enemigo, como si la
respuesta ante la crisis sería depurar o exiliar a los propios ciudadanos
sucrenses y evitar la diversidad, la pluralidad que son parte de las grandes
ciudades cosmopolitas.
Hace días en reflexiones con grupos de estudiantes de Sociología, discutíamos con énfasis esas expresiones un tanto xenofóbicas, hacía migrantes del interior, siendo estos que provienen de La Paz, Oruro, Potosí, Cochabamba, Tarija u otro municipio del mismo departamento, con que se trata con cierto desprecio o busca interponer la identidad sucrense por encima de las crisis económica y laboral en el municipio.
Un día hacíamos
comparaciones porque una ciudad como El Alto, en un poco más de tres años, ha
logrado tener un desarrollo superior, tanto en población como económicamente,
son diversas variables las que explican a pesar de tal vez tener un ambiente
adverso, por la altiplanicie puedan reflotar contra todas las adversidad y
construir una ciudad que es a más de ser muy joven también aglutina sin ningún
tipo de recelo ni prejuicio a migrantes de todo tipo.
Qué pasa si la
Universidad San Francisco Xavier de Chuquisaca, por razones que uno no desea nunca,
pudiera agudizar su crisis y dejar en duda su prestigio haciendo que ya no sea
oferta académica de estudiantes del interior y reduciría considerablemente sus
matrículas como reacción colateral, bajaría la demanda por alquileres,
pensiones, remesas. La capital prácticamente depende económicamente de
sobremanera por acoger a estudiantes a quienes a menudo se escucha algún maltrato
según su origen de residencia. Si se cierra la Universidad ¡Sucre se nos
muere!.
“Sólo estoy
esperando titularme para irme de la ciudad”, es un comentario muy recurrente,
la posibilidad de generar alguna relación afectiva que pueda mantenerse en el
tiempo, con los futuros profesionales como también como cualquier persona que
de manera temporal o definitivamente pueda residir en nuestra capital son
escasas, por lo general estudiantes y habitantes si tienen alguna oportunidad
de migrar lo harían sin pensarlo demasiado.
Ayer miércoles 11
de octubre salió un dato en el periódico el País de Tarija, quién indica que
ante la crisis económica que vive también ese departamento la mano de obra, o
trabajadores migran con preferencia a cuatro departamentos tales como La Paz,
Santa Cruz, Cochabamba y Potosí, no se menciona Chuquisaca, esté dato
ameritaría que se haga también un estudio sobre el movimiento migratorio de
nuestro departamento, porque más allá de la falta de datos concretos, se siente
un ambiente álgido para profesionales jóvenes, la merma del desempleo y la
falta de oportunidades.
Si no se trata
de generar un ambiente en el cual se pueda dar mayores oportunidades y
emprendimientos, a incitativas laborales, ser más afables o tener una cultura incluyente
que haga que cualquier migrante pueda sentir el calor de una ciudad que deja
prejuicios y se construye con el esfuerzo colectivo de sumarse constantemente
más que de dividirse o fraccionarse.
Sucre, 12 de octubre de 2017
Por: Fernando Flores Zuleta
Sociotopia 44/ Publicado en el Periódico el "Libertador"
Sociotopia 44/ Publicado en el Periódico el "Libertador"
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