¡LO INCOMODO DE LA CLASE COMODA!

Marzo 2011 (Sociotopia).- Con las personas que siempre estuvieron a punto de sufrir hambre y a punto de tener comodidad, siempre en medio con gente que tiene y no tiene, entre el ser y no ser, formando un conglomerado de voces tan diversos que en la actualidad se pierde entre la multiplicidad de ser diverso.

De la antigua división de clases, de la actual división de los que tienen y no, y de sus actores políticos, entendemos que una mayoría se siente parte de la clase media, esa mayoría que observa desde la comodidad de su televisor lo que pasa a diario en la ciudad, en el país y en el mejor de los casos en el mundo, a ver cómo se dan luchas constantemente; entre diferentes formas de pensar siempre observando, nunca participando.

Es mejor decir soy profesor, soy carpintero, soy panadero, que decir que soy de la clase baja, porque eso es subversivo, de ahí la necesidad de la corriente funcionalista, que nos explica que todos somos parte importante de la sociedad, que toda la estructura de la misma está bien como está. Sin embargo con el pasar del tiempo se logró encontrar el lado no subversivo a una de las clases sociales que es precisamente la CLASE MEDIA, de ahí la comodidad de estar en medio, siempre puedes escoger, si estar en un lado o el otro.

Todos estamos donde debemos estar, y todo tiene su razón de ser, no existe la necesidad de cambiar el orden establecido, y si la existiera, es casi imposible de lograr, este tipo de pensamientos son los que se acuñan de forma tan profunda en la sociedad pero sobre todo en las clases medias, que somos los que consumimos a diario esta forma de pensar, en los diferentes medios de comunicación, y las instituciones públicas, privadas.

La población de Sucre está conformada por una mayoría estudiantil, universitaria, que cuenta con los recursos necesarios para poder estudiar, costear su alimentación, el alquiler de su cuarto, o en el mejor de los casos no preocuparse por la alimentación ni el cuarto porque vive con su familia, esta mayoría estudiantil, se siente parte de la ciudad de Sucre, es por eso que muchos construyen sus anhelos en esta ciudad. Vivimos a diario con lo mucho o poco que la ciudad de Sucre puede darnos.

La creación de un medio entre la clase explotada y la explotadora ha llevado a un sector mayoritario a observar la historia desde un sillón, una cama e incluso en vivo, pero siempre a observar, la comodidad que tenemos al estar en medio nos ha llevado a inventarnos una posición en la sociedad bastante incómoda, de un tiempo a esta parte somos muchos en medio, que el espacio que queda es demasiado pequeño, pronto no habrá espacio, es más en la actualidad estamos tan llenos en esta clase intermedia que resulta incomodo estar aquí, por lo cual la mayoría aspira a estar en la clase alta, esa incomodidad de ser masa, de ser pueblo, al que no se le exige tener una consigna correcta porque es soberano, basta ser sólo mayoritaria.

Tal vez es hasta injusto hablar de clases sociales, en una ciudad tan diversa, pero eso si bien divida, para tomar una pequeña muestra de lo diversos que somos podemos ir al Mercado Central o incluso a la Plaza 25 de Mayo donde veremos gente de toda edad, de diferentes aspectos con múltiples necesidades, personas que en sus atuendos demuestran lo mucho que tiene o lo poco; podemos ver tanto a una señora con muchos recursos como a otra que cuenta con lo suficiente y otra que seguramente depende de lo que logre vender para comer cada día y otra por supuesto que no necesariamente se alimenta a diario, igual con la vestimenta, faldas de diseños exclusivos, polleras, aqsus y entre estos los términos medios. Lo mismo en el Mercado Campesino, claro que tanto en uno como en otro lado existe una presencia predominante de faldas o de polleras, si se debe al lugar de ubicación o no, es algo que cada uno de nosotros lo sabe bien.

Ahora bien hablar de clases en esta multiplicidad seguramente representa una especie de complicación, es de seguro más cómodo hablar de funciones, cada quien en su lugar, sin embargo aún hay quienes controlan los medios de producción, los que trabajan para estos, y los del medio, aunque recuerdo haber escuchado muchas veces en la universidad que en Bolivia no hay clases altas, claro esto en comparación con otros países "desarrollados".

El conglomerado diverso que es parte de una especie de clase media, cuenta en la actualidad con una serie de características que lo identifican como tal, ya sea el nivel de ingresos que percibe, si estos son fijos o no, el nivel de tecnología al que puede acceder, los servicios básicos a los que puede acceder, definir a esta parte mayoritaria de la población como clase o estrato social, no es definitivamente una necesidad prioritaria, lo significativo es quizá entendernos en alguna parte de esta sociedad con algún fin especifico y con conciencia de la responsabilidad que lleva ser mayoría, en un país democrático, sin olvidar que el día de mañana podemos ser minoría, pues existe mayor posibilidad de que la clase media se vuelva baja, que alta, claro con algunas contadas excepciones, que definitivamente no alcanza a un alto porcentaje en esa mayoría social diversa e incómoda que representa el significado de estar en el medio.

Realizar un estudio profundo de los alcances de esta clase y del conjunto social en sí es sin lugar a dudas importante, por una simple razón, porque somos parte de ella, y nuestras vidas se desarrollan conforme las relaciones sociales que se dan en la misma, sean clases, estratos, culturas diferentes, día a día en la ciudad de Sucre como en el resto del mundo nos relacionamos de forma directa y establecemos diferentes modos de convivir, determinar si estos son justos o no, nos concierne, porque las consecuencias de estos relacionamientos tarde o temprano pesaran sobre nosotros, de hecho en la actualidad lo hacen, solo que aún no hemos logrado percibirlo. Se trata simplemente de ser participes conscientes de la sociedad en que vivimos y a partir de ello decidir si es correcto nuestro andar.

Por: Lizbeth W. Céspedes