Por: Migeul Ángel Alcaraz
Ante las fuerzas de la naturaleza: el sol, el viento y los verdes bosques sobre un puente de una carretera estatal, levantadas dos manos juntas, un matrimonio de sangre se consuma. Son Mickey y Mallory Knox (Mick y Mal), juntos bajo el padrinazgo de Oliver Stone y con la venia del relato, y sólo como creador de la historia, de Quentin Tarantino, demuestran que el asesinato serial y la desordenada vida de matones de carretera no desembocan en rituales convencionales sino que todo lo excéntrico del amor es violar cada uno de esos ritos, es más en vez de venerarlos con su repetitividad insulsa de ceremonia sagrada parecerían prostituirse de su propósito inicial. Las relaciones sociales actuales parecen encontrarse recorriendo esta senda, algo así como un hastío o una un consumo excesivo de pedazos de vida propios y ajenos, es preciso detonar los primeros propósitos, buscar nuevas relaciones.
Mallory vive en el cráter de un volcán familiar, en el seno de ese cráter está el padre violador y castrador, represivo y absoluto en su autoridad paterna de mandón sucio y puerco como una bola de carne desempleada. Ella dispuesta a salir a divertirse es frenada con una golpiza de toqueteos indecentes y vejaciones mezcladas con amenazas, castrante es igual el orden que impera en su hogar dinamitado por la violencia, su padre tiene un poder despótico y feroz como una burla grotesca. Mal no saldrá a divertirse y no saldrá, dice su padre, como una prostituta, pero ella se va, antes de salir la golpea, entra Mick con un enorme pedazo de carne, el joven carnicero que llega para alimentar el cáncer de colon del padre de Mallory.
Al igual que Charles Starweather y Caril Ann Fugate, dos asesinos en serie de la diaria novela real norteamericana, esa violenta novela vivida que aparece en los periódicos y sobretodo en la televisión, Mick y Mal comienzan su carrera con el asesinato de los padres de la joven. Este puede ser el verdadero inicio de la historia, conduciendo un automóvil por caminos de violencia finamente editados con pedazos de películas pasadas, una exhibición intensa de imágenes y sonidos sobrepuestos y volteados, una mezcolanza de lugares que recorren Mick y Mal blandiendo la bandera de la muerte, la primera vez con el padre muerto fue un primer goce en cada ocasión de cometer la muerte en otras personas la pasión de estos amantes se consumía en baños de sangre. La luna de Mick y Mal es rociada por una lluvia de balas a policías, a meseras de los cafés de las rutas enormes de un país imaginario llamado América. Desiertos y praderas, de oeste a este, matando gente y secuestrando jovencitas, amándose sin freno frente a ellas maniatadas y amordazadas.
(***)
Un proyecto legislativo actualmente trata de normar las uniones y enlaces entre parejas, este proyecto conocido por la sigla “E” buscaría retornar a los orígenes de las uniones lejos de toda religión y de todo vínculo legal y en el futuro las parejas deberían llevar a cabo sus uniones ante las sagradas fuerzas de la naturaleza. Ceremonia sería realizada por un hombre sabio de conocimientos y saber ignoto.
Sin embargo pese a las elecciones el matrimonio crea un vínculo que no sólo determina el cambio de costumbres de dos personas sino de un futuro conjunto de personas que añadirán con sus prácticas cotidianas mayor diversidad a la sociedad. Un matrimonio que se atomiza, deteriora, en las conductas de los ya cesados esposos y asimismo todo el conjunto que les rodea cambia de actitudes. Las probabilidades de la vida son infinitas, ello es de tomar en cuenta ya que cada situación engendra vida e historias cada vez en este mundo más diversas y diferentes. Así lo importante no sería el tipo por el cual se haya adquirido el nexo sino que este pese a los constantes cambios se mantenga fortificado y cada vez con mayores razones para mantener el lazo.
(•••)
Mick y Mal han recorrido ya bastante el boulevard TPA (Trastorno de Personalidad Antisocial), han matado mucho y han sido capturados. Encerrados en la misma cárcel imaginaria Mallory es una fiera asesina enjaulada, mientras que Mick domina las escenas con rabiosa calma. Es necesaria la aclaración del papel de la T.V. en esta producción, donde abunda el corto, el comercial o hasta el informativo es aprovechado para llevarnos siempre a la trama de nuestros amantes psicópatas. La televisión que les ha dado la calidad de personajes pop, íconos que indican un claro mensaje: muerte. Matar, matar a, asesinar, esas son las palabras de los carteles de los fans de la pareja, claro ellos no matarían como ellos pero les gusta su estilo de vida asesina, el psicópata como referente cultural.
La televisión bienaventurada los salva, ¡en vivo desde la prisión! , donde un histérico Tommy Lee Jones, encarnando a Mc Klusky, un director penitenciario se expresa eructando en espasmos verbales como ácido urticante sus ordenes de rata carcelera y entonces ocurre un motín bañado de sangre, ensangrentadamente sangriento, el pasaje hacia Mal se abre a balazo de grueso calibre, ese que te deja unos ojos de pólvora y sangre en el pecho. Disparos como regadera, golpearía su cabeza el histérico carcelero lleno de rabia y rabioso como hidrofóbico. Escapan, salen de cárcel, criarán hijos dice Mal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario