Por: Carlos
Gutiérrez*
El que se haya perdido esta nueva entrega de Paz Padilla le
sugiero que vaya en algún festival de cine o que se contacte con el director
ya que se ha perdido de ver la historia de un héroe trágico. El dilema de la
condición del hombre. Elegir entre su ego o los demás. Está entrevista versa
sobre los ribetes de la película, “La última Jugada”. El director confesó los
entretelones de su creación y los hilos que lo movieron a crear su nuevo
proyecto. He aquí su quehacer literario, su amor por la escritura a la manera
de un Faulkner o un Hemingway, la política, la mala atención en los hospitales
y mucho más.
PAZ:
Carlos: Paz, ¿Qué te ha motivado hacer esta nueva película?
Paz: bueno, la constatación de que en Bolivia en general hay una
clase política que no está cumpliendo adecuadamente su rol, su función,
especialmente en el tema de la salud, que es un sector bastante abandonado a lo
largo y ancho del país. Porque la gente como le ocurrió a Atahualpa, escoge la
forma de morir. O te mueres porque te sacrifican con unos caballos o te mueres
de otra manera…
Carlos: De una manera degradante…
Paz: Degradante, entonces decidí hacer un poco de cine social,
probablemente un poco diferente, no necesariamente politizado porque no es un
tema político exactamente, pero sí es un tema en el cual se analiza muy de fondo
el estado en el cual se encuentra nuestra propia sociedad y en especial la clase
política. Eso es lo que me motivó y el detonante fue un detalle que ocurrió en
Santa Cruz: faltaban cuatro litros de aceite para una máquina de radioterapia
y la máquina estuvo detenida como un par de meses y la pesadez municipal hizo
que esos cuatro litros no se pueda comprar y en ese tiempo que estuvo parada
murieron como 8 personas lo cual a mí me dolió mucho y decidí aportar con un
granito de arena como cineasta para tocar este tema y analizarlo.
Carlos: ¿En qué año murieron estas personas?
Paz: El año 2010. Se supo por la prensa y todo, por la
insensibilidad de un oscuro funcionario que se sentía importante porque tenia
la firma y no le daba la gana de firmar.
Carlos: ¿Este tipo de cine tiene una suerte de moraleja?
Paz. Es una tragicomedia. Es que no puede ser posible que en un
mundo civilizado, en un país como el nuestro estén ocurriendo este tipo de
cosas y la otra es la pasividad de la gente que deje que ocurra ésto, que no
reclame sus derechos y claro, la idea es que la película sirva de reflexión,
para que la gente un poco se dé cuenta que no solamente son objetos sino
sujetos de derechos y que tiene que reclamar por lo que les corresponde,
finalmente en este país hay una participación popular que designa recursos
también para el área de la salud y las autoridades lo distribuyen de la mejor
manera que les parece y no siempre es la mejor.
Carlos: Ayer
estábamos hablando un poco de tu faceta como escritor que ha quedado un tanto
relegada y ahora estás en la de cineasta. Yo me pregunto, los escritores
siempre se han abocado al papel de guionistas, si quieres algunos ejemplos
tenemos a Faulkner, Hemingway, García Márquez y ahora tú estás en la faceta de
director, explícame eso.
Paz: Lo que
pasa es que en Bolivia no hay una industria del cine. Si hubiera una industria
yo me quedaría muy conforme como guionista porque aportaría con mis ideas y mis
guiones para que alguien haga las películas, pero la constatación de que mis
historias queden por ahí me llevó a tomar la decisión, pues sino nunca vería
mis historias como yo quería. Gracias a Dios hubo la respuesta adecuada de la
gente, en especial de los empresarios que decidieron apoyarme y el resultado
han sido dos películas y lo que más me interesa es tener el apoyo del público
por eso estoy tratando de buscar un tipo de lenguaje adecuado que haga que la
gente vaya a ver las películas y me ha agradado el gesto que está ocurriendo en
Sucre. La ciudadanía se está apoderando de la película. Me la han pedido varios
canales para difundirla y organizar unos debates. Ojalá eso ocurriera en La
Paz, en Cochabamba en Santa Cruz, de esa forma me sentiría contento y
satisfecho de que el mensaje llegue a la población en su conjunto, por eso fue
hecha la película, para sensibilizar a la gente y creo que Chuquisaca o Sucre
es la primera en dar un paso adelante en ese sentido, es un gesto muy bonito.
Carlos: yo
puedo percibir en la película la simbología: El ajedrez, la pelota del niño,
tiene algo que ver con tus referencias literarias por ejemplo el poema de
Borges, ajedrez?
Paz: Siempre
pensé cómo hacer poesía en película, si bien no es un poema exactamente, pero
cómo lograr imágenes literarias. Cómo meterlas dentro de la película. Bueno fui
armando ese tipo de códigos y creo que, de alguna manera, han ido funcionado
porque finalmente yo soy un hijo del realismo mágico y del realismo
maravilloso y siempre me quedó el ojo en tinta una frase de García Márquez en
la cual él siempre dijo que “era difícil que el realismo mágico vaya al cine
porque era imposible llevar metáforas al cine” y creo que se puede, sí pude,
si bien no te provocan el goce estético que uno esperara no falta uno u otro
que sí lo perciben, anoche estuve sentado al lado de una señora que cuando pasó
la escena simbólica en la escena de ajedrez, cuando el niño pregunta si va a
morir, la señora se dio cuenta y yo escuche que ella se dio cuenta, okey,
funciona. No es irracional que el realismo magino se pueda expresar en el cine
nacional.
Carlos:
Borges dice: “es otro el jugador”… Jajaja
Paz: y claro
es una tragedia griega, no te puedes escapar al destino
Carlos.
Claro, el político termina siendo un héroe trágico.
Paz: Es así,
el destino finalmente le juega una mala jugada y le gana y él es consciente
pero él no puede hacer nada y esa es la base de la tragedia griega.
Carlos: Y la
pelicula tampoco hubiera sido posible sin tus conocimientos en política. ¿Cómo
un escritor se mete a la política?
Paz: En la
política a lo primero que tienes que hacer es renunciar a la ética porque no
hay ética en política. Yo mientras hice política mantuve una ética razonable y
siempre fui el blanco de mis enemigos y eso me llevó a plasmarlo en era
película porque la gente solo ve la foto del político, del vencedor, no ve la
visión secreta que muy poca gente conoce y es aquí que me concentré en el tema
comunicacional. El transfondo de lo que dice un político, para que la gente
aprenda a discernir cuándo uno está diciendo la verdad y cuándo está mintiendo.
Carlos:
¿Cuándo vamos a poder ver otra vez al Paz Padilla en literatura?
Paz: Estoy
haciendo una novela mística. El personaje es mítico. El caricari que es un ser
que le saca la grasa a la gente para poder ver la luz…
* El Autor es Profesor de Literatura y Estudiante de la Carrera de Comunicación
Social.
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