| Esquina dónde vivieron las patriotas y libertarias potosinas |
Siempre tuve
curiosidad de saber quién fue Andrea Arias y Cuiza, yo estudie en el
kindergarten que lleva su nombre en Potosí, (el kínder que organiza los
minichutillos). Es poca la información que se tiene al respecto, El 2010 pude
adquirir el Boletín Nro. 20 de la Sociedad Geográfica y de Historia de
“Potosí”, en una edición especial por el bicentenario de la gesta libertaria de
los potosinos, encontré un artículo de la profesora Martha Alurralde de
Vallejo, sobre “la mujer en el proceso libertario potosino”. Al concluir la
lectura un tanto compungido pude estremecerme para hacer una parada reflexiva
sobre una mujer valerosa, combativa, que fue determinante su accionar en el
apoyo a los patriotas potosinos, y mucho mayor el sacrificio, hasta la muerte
por no delatar a los revolucionarios de entonces.
Al 207
aniversario de la gesta libertaria de los potosinos, rescato el valor de Andrea
Arias y Cuiza y su amiga Francisca Berrera. Dicen que Arias y Cuiza estaba
dotaba de cualidades y un carácter indomable, una vez que se inició la guerra
por la libertad, abrazó la lucha de los patriotas uno de ellos su hermano quién
se unió como guerrillero al caudillo Vicente Camargo.
Las tareas de
Andrea fueron de mucho sigilo, cautela y demasiada audacia, se unió de manera
clandestina a la causa patriótica realizando el trabajo de facilitadora de los
patriotas de información, de comunicaciones entre las Cinteños, Porco
Chuquisaca, Tomina y otros puntos de importancia.
Su accionar fue
vital, junto a su amiga Francisca Barrera en esos tiempos habitaron un
domicilio por la zona de San Roque, denominado kcori-chaca, en el que urdían,
planificaban, se reunían, para hacer un trabajo de inteligencia y estrategia,
ellas se encargaban de auxiliar, transmitir órdenes, noticias mensajes para el
ataque o la defensa, dicen los historiadores que fue “la llave maestra de la
situación” como artífices y piezas claves de cada operación realizada por los
patriotas revolucionarios.
Ellas tenían
información importante y valiosa, no sólo la poseían sino que traficaban con
todo ello, su accionar era muy delicado, por ser los nexos, de conocer,
nombres, puestos, lugares, estrategias, operativos que venían realizando los
patriotas para derrocar a los realistas y en su condición de mujeres, con hábil
accionar burlaron todos los controles, hasta que en un momento dado por un
descuido fueron descubiertos.
Ya los
realistas, tenían sospechas de sus acciones, dispusieron vigilar su domicilio,
vieron a un indio que entró con sigilo, vieron al mismo indio salir presuroso,
era un emisario enviado desde Puna, llevando instrucciones, los realistas lo
acosaron, lo capturaron y también apresaron a las revolucionarias Arias y Cuiza
y Francisca Barrera, revisaron el domicilio, las mujeres patriotas habían
tomado resguardo y los papeles comprometedores los habían dado al Dr. Gregorio
Vargas, consejero de Arias y Cuiza.
Fueron
amenazadas, les pidieron que declaren todo lo que sabían, que den nombres, que
digan todo lo que conocían; de sus labios no salió nada, fueron vamos los
intentos de los realistas, quienes peor que tiempos medievales inquisitoriales,
vejaron, torturaron y los presentaron en público las desnudaron, las flagelaron
sobre un cañón, cortaron las manos y también la lengua, no conformes las
fusilaron a vista de todos, como una ejecución pública, esto paso en 1816 en la
plaza del “Regocijo”.
Sacrificaron sus
vidas a la causa patriótica, fueron valientes al soportar tanto dolor, su apoyo
y adscripción a la causa patriótica fue determinante para que ninguna de las
guerrillas fuera de la misma forma asesinada, no traicionaron y ese fue su
delito, los realistas perdieron una de las ciudades más importantes que fue
hasta lo último pugnada para no perder las riquezas del cerro Rico de Potosí.
Mujeres...
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