Introducción.
La disponibilidad social refiere a momentos constitutivos donde la sociedad civil, a partir de cuestiones presentes, busca el nuevo orden de las cosas; nada distinto podría decirse de la Guerra de la Independencia boliviana (1809-1825) y la posterior instauración del Estado boliviano, que por su carácter rebelde propondría un giro revolucionario en el territorio que giraba en torno a la Audiencia de Charcas. Sin embargo, el carácter aparente de las instituciones anteriores a la República (es decir, la Junta Tuitiva y el revolucionario grito del 25 de mayo) tienen importancia para el caso, precisamente por sus limitaciones en
cuanto a su función como instituciones, al no generar (tampoco) el carácter de nación que la creación de la República requería. Es necesario especificar que con instituciones referimos a estructuras sociales destinadas
a ordenar y/o controlar la sociedad en la que se encuentran, para facilitar la convivencia humana y desarrollar, en mayor o menor grado, vínculos grupales. Para nuestro caso, la organización y desarrollo de vínculos grupales gira en torno a un tema: la creación del Estado boliviano junto al desarrollo de la consciencia nacional que “nación” presupone en tal escenario. Para su vigencia, o para el cumplimiento de su rol específico, las instituciones deben ser capaces de generar voluntad política, a través de responsabilidad,
tradición y autoridad (Nietzche, 1900 : 168).