Flia Flores-Martinez |
A minutos de concretar la segunda
decisión más importante, recuerdo a un profesor de filosofía del Colegio
Nacional de Pichincha, quién en cierta ocasión nos reflexionó sobre las dos
decisiones más importantes que debemos tomar en nuestras vidas nos decía: La
primera “¿De qué vamos a vivir?” y la segunda “¿con quién vamos a vivir?”, esas
frases a modo de preguntas me persiguieron por el largo tiempo de mis constantes
reflexiones, no sólo por lo insidioso y certero de lo que sugiere sino por la
vitalidad en la cual se encierra ambas
frases.
El profesor explicaba que en
cierto momento de nuestra vidas, tomaremos la primera decisión que es elegir el
oficio, profesión, con la cual podamos mantenernos económicamente, encontrando
en ella la satisfacción y virtud de hacer lo que a uno le guste, que en una
decisión certera de vocaciones y habilidades elijamos lo que en verdad nos hará sentir realizados, tanto así que en la
mañana muy de madrugada nos inquietemos por despertar temprano y vayamos
felices hacía nuestra fuente de trabajo a cumplir a entregarnos plenamente a la
actividad que realizamos a amar nuestro trabajo, nuestras herramientas de
trabajo y a con ello mejorar el mundo.
La segunda pregunta ¿Con quién
vamos a vivir?, hacía referencia a la persona que elegimos pasar el resto de
nuestras vidas, la persona con la que decidamos formar una familia, formar un
hogar, compartir los mismos sueño, objetivos, criar a los hijos, hacerse
responsable de que nada les falte, de protegerlos siempre, de garantizar su
felicidad en toda la extensión de la palabra, de concluir la jornada laboral y desesperarse
por volver al hogar, a la familia, a recibir el calor extenuado de los seres
que te acompañaran por el largo trayecto de tu vida.
No siempre se toma las mejores
decisiones, a veces uno después de concluir sus estudios se da cuenta que la
carrera u oficio que estudio no es la correcta, no tiene las suficientes
habilidades, o por ciertas formas algo reprimidas no ha logrado del todo
decidir por sí mismo. El tiempo da pasos largos no se recupera el tiempo
perdido, la sociedad es tan dinámica que, dentro de su estructura social, van
acomodando en función de las contradicciones económicas y de clase.
De igual forma, hoy más que nunca
el poder formar una familia hasta pareciera un acto estoico un acto
revolucionario, la cantidad de divorcios, de ruptura familiares, de feminicidios,
de cientos de hombres que están detención en varias cárceles de nuestro estado
por no cumplir con los pagos de pensiones por los hijos, o como en cierta
ocasión un sacerdote paceño acusaba a personas que no tenían un vínculo
matrimonial como “desplazados por la vida”.
En la semana en algún artículo en
la prensa nacional, recuerdo haber leído que gran parte de la felicidad, éxito,
o fracaso depende casi en un 90% de la persona que te acompañe, en cierta forma
eso determinará los humores, frustraciones, alegrías, y todo el cúmulo con el
cual se pueda desenvolver y desarrollar socialmente, por eso indicaba la
importancia de elegir bien, de no tomar decisiones apresuradas, ni tampoco
quedarse en el tiempo de los libertinajes y excesos, sino poder tener la
consciencia precisa para tomar dicha decisión.
Es necesario hacer lo que uno le
gusta, esforzarse, sacrificarse, y disfrutar lo que a uno le gusta, descubrir
las habilidades, destrezas, conocimientos por los cuales han sido facultados, y
sólo así, una persona hará bien su trabajo, de lo contrario acabará haciendo lo
que no le gusta hacer o hará lo que a otro le guste.
A pesar de tales decisiones la
vida siempre tiene sus entramados, sus grises, que puedan abrirse a ese abanico
de posibilidades, de cualquier forma, ambas decisiones en definitiva marcaran
el destino de cada persona y en lo que me respecta al concluir éste artículo
estoy en los minutos necesarios para concretar la segunda decisión más
importante de mi vida.
Sucre, 09 de agosto de 2017
hrs: 17:45
Por: Fernando Flores Zuleta
Sociotopia 34/ Publicado en el Periódico el "Libertador"
Sociotopia 34/ Publicado en el Periódico el "Libertador"
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