Acerca del artículo “Mercados en Sucre” publicado en
el blog http://revistasociotopia.blogspot.com/
pudimos fortuita e informalmente coincidir en un encuentro de tertulia entre el
intendente municipal de Sucre, Mirko Sanabria y mi persona. Sanabria se mostró
abierto y afable al debate, y ya siendo amigos de mucho tiempo, sin tapujos
resolvimos desmenuzar las concepciones o miradas desde nuestras contradicciones
(Stalin y Trostki) sobre cual el fin del reordenamiento municipal con una
mirada de clase, como también desde gestión municipal.
Sanabria de
principio reconoció el aporte del líder soviético Iosef Stalin a la
construcción del primer estado socialista en el mundo, como fue la Unión de
Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS) su dirección tenas y certera en la
constitución de una economía planificada y el desarrollo de la sociedad desde
el proletariado, desde el sector obrero y campesino. El comentario comprendido
desde una crítica que se hace al Trostksimo, en tener nula experiencia de
administración de Estado por no tener ningún tipo de referencia real en la historia
de las naciones oprimidas en la cual el Trostkismo allá tomado el poder.
Absolutamente no existe referencia tal, a pesar de las varias fundaciones que
realizaron las supuestas facciones de “Cuartas Internacionales”.
Abordando el
conflicto que genera el reordenamiento municipal en nuestra capital, hay que
reconocer que el trabajo exhausto y sacrificado que realiza la Intendencia
cumple a cabalidad con las aspiraciones expectables de la Alcaldía, que según
el pedido de la sociedad es despejar, limpiar, reordenar o en lo posible dar
las condiciones para que las calles puedan favorecer a los peatones y no así a
comerciantes.
Los comerciantes
son un reflujo una reacción de la recesión económica, una forma alternativa de
subsistencia, las personas que no encuentran un trabajo estable y necesitan
resolver sus necesidades de alimentación, salud, educación, siendo mínimas las
oportunidades económicas-sociales, los impulsa a poder a partir del comercio
informal tener cierta esperanza de vida.
Por otra parte los
comerciantes en Sucre, no han desarrollado habilidades comerciales como en
otros departamentos, no es una propiedad alienante para poder responder a las
necesidades de la sociedad, que demanda productos más baratos y de mejor
calidad, por el mismo hecho de la capacidad de gasto mínimo. Los movimientos y
fluctuaciones económicas son muy limitadas.
Ya habíamos
contravenido el hecho de que existe dentro de una planificación social, el
hecho de las ciudades comerciales, municipios que centren como un principio de
desarrollo alternativo potenciar su comercio, ser plaza o referente de
productos con costos menores, con una atención al cliente de calidad y de
calidez, con la tenacidad de poder generar, crear, o emprender la fabricación
de un producto o el ofrecimiento de un buen servicio. Esa parte embrionaria es
la gestación dentro de la mentalidad de un municipio o sociedad, la categoría
de “ciudad comercial”. Sucre como tal no tiene una burguesía nativa identificada,
la clase dominante sigue correspondiendo a sectores vinculados a cierta
mentalidad aristocrática.
El salto
cualitativo que luego vendría a ser la transición de ciudad comercial a ciudad
industrial es el mismo que se dará cuando la dinámica del comercio haya
empujado a la misma sociedad a crear divisiones sociales del trabajo como un
referente para poder impulsar la empleabilidad o el incrementar la tasa de
empleo, la forma de que la ciencia pueda intervenir en la productividad y
especialidad, no tanto por generar una burguesía, sino más bien porque está
etapa daría la construcción de nuevas contradicciones de clase, motor de las
sociedades.
Sucre, 07 de septiembre de 2017
Por: Fernando Flores Zuleta
Sociotopia 38/ Publicado en el Periódico el "Libertador"
Sociotopia 38/ Publicado en el Periódico el "Libertador"
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