Desde hace unas semanas tal vez meses atrás que se
ve un gran movimiento económico por el mercado el Morro de la ciudad de Sucre.
Los fines de semana se puede ver como el tráfico circundante principalmente la
avenida Marcelo Quiroga Santa Cruz, se agolpa de buses y abarrota de personas
que desde muy temprano van a adquirir un producto, una mercancía, o bien. Es un
hecho anecdótico y que llama la atención porque en Sucre, el mercado abasto más
grande es el Mercado de los Pueblos Originarios de Chuquisaca (MERPOCH)
comúnmente conocido como Mercado Campesino, el mismo que está quedando un tanto
relegada.
Las políticas de
reordenamiento municipal y las acciones para despejar las vías públicas, por
parte de la Intendencia Municipal, hizo
que muchos comerciantes ambulantes que circundaban el mercado Campesino, fueran
reubicados al mercado el Morro, que antes estaba considerado como un “Elefante
Blanco” (obra millonaria sin utilidad ni beneficio).
El Mercado el
Morro en poco tiempo empezó a crecer, una seducción para todo comprador es
siempre los precios bajos, la crisis laboral que presenta nuestra capital, hace
que el gasto sea más reducido y por tanto se busque formas para adquirir los
mismos productos al mismo precio o por el mismo precio más productos y de mejor
calidad.
Existe muchas
denuncias al respecto de la existencia de algunos clanes familiares que
monopolizan puestos de ventas en ciertos espacios públicos los mismos que como
dice el Intendente Municipal, Mirko Sanabria, “Lotean” para tener cierto rédito
o ganancia extra o aparte, los mismos que hasta la fecha no se pudo comprobar.
En la semana corrió un video en el cual se ve a un grupo de la Intendencia
Municipal en un operativo en el sector de la salida de buses en la parada a
Tarabuco, los funcionarios de la intendencia forcejean y hostigan a una niña,
al punto que se puede ver la intervención de ciudadanos particulares que tratan
de sacar a la niña que estaba retenida en la vagoneta de la Intendencia. Hubo
muchas críticas por el abuso de autoridad.
Lo cierto es que
Sucre pasa por un dilema, uno de
carácter estético, que indica como malsana la presencia de vendedores en las
calles (se los acusa dar una mala imagen a la ciudad), y otra que en realidad
la crisis económica golpea duro a las familias
más empobrecidas que antes de pasar hambruna, mendicidad o sufrir un
exilio involuntario buscando en otras ciudades mejores oportunidades se ven como
único y último recurso el comercio informal.
Los mercados son
por excelencia articuladores de las economías locales, son de alguna forma el
motor económico de las ciudades, nuestra capital a comparación de otras
ciudades los mercados y comerciantes no son oferta nacional. Mercados como el de la Eloy Salmón y Uyustus en La
Paz; La Ramada y Barrio Lindo en Santa Cruz o la Cancha en Cochabamba, mercados
temporales (fines de semana en plazas, avenidas) y permanentes (aquellas
construcciones diseñadas para la venta), están por encima de nuestros mercados
en Sucre.
Caso de la feria
16 de Julio que prácticamente es considerada una de las más grandes de América
Latina, que genera un movimiento económico de millones de dólares, o en
Cochabamba que prácticamente es ahí a una cuadra pasando de la terminal que el
comprador pueda adquirir productos por mayoría siendo personas del interior,
además de que desde muy temprano o madrugada ya están ofreciendo las mañaneras
(vendedores que madrugan para vender por docenas) o también otras que se quedan
hasta tarde.
Son diferentes
cualidades que tiene los mercados y habilidades desarrolladas los comerciantes
(principalmente los paceños o aymaras), en el caso de Sucre es un avance que se
tenga el mercado el Morro, pero también se tienen que dar mayor tolerancia, o
mayor comprensión para que se articule un tipo de ciudad comercial, el mismo
que generé movimiento económico y en tiempo relatico pueda apreciarse ese salto
cualitativo de ciudad comercial a ciudad industrial.
Sucre, 24 de agosto de 2017
Por: Fernando Flores Zuleta
Sociotopia 37
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