El pasado fin de
semana en Cochabamba, se realizó un taller sobre “conflictología y monitoreo de
noticias”, un taller al cual fui invitado y en el que también participó como
expositor el chuquisaqueño Cesar Rojas Ríos con el que pudimos intercambiar
algunas ideas.
Es inminente que para un estudio técnico sobre conflictos sociales en Bolivia,
el trabajo de monitoreo de noticias es necesario, casi una base lógica con el
cual se puede trazar esquemas, sintonías, frecuencias, sujetos, discursos
además de contradicciones de clase, género, étnicos, regionales, laborales,
políticos, y de toda índole, en la que se vean confrontados posiciones
antagónicas con un escenario en tiempo y espacio determinado.
En si en gran parte del taller, se citó en repetidas ocasiones algunas
teorías marxistas, el fundamento comunista para entender las sociedades, como
es el Materialismo Histórico, y en sí la máxima “El motor de la historia es la
lucha de clases”, denota ya una clara profundidad del marxismo con esencia
natural en el movimiento, en la dinámica social envuelta o lubricada por el
conflicto social.
Si bien no todos los conflictos sociales, tienen un sentido de clase, en su
trayecto develan cierta dialéctica de actores y puntos focalizados. Entendemos
que los conflictos en sí, encierran una mutación de procesos.
Marx plantea la unidad y lucha de contrarios, y es parte inherente a la
naturaleza humana la existencia relativa o radical de puntos contradictorios,
ya desde Sócrates, se van dinamizando en profundo la necesidad de una “razón”.
La razón entendida como producto de constantes reflexiones y dinámicas de
contradicciones internas en el pensamiento.
En un momento dado del taller, consultaron a manera de dinámica, como
podrían graficar la naturaleza del conflicto, en uno de los grupos, se puso
como ejemplo la escena de un parto, o un proceso de gestación, comprendiendo
que el conflicto es el cigoto, un comienzo de contradicción en unidad, que
relativamente va creciendo a medida que pasa el tiempo, mientras algunos tal
vez quisiera extirpar, eliminar, negar o hacer algún otro tipo de intervención
cuyo fin sea neutralizar la gestación del conflicto, por el contrario otros en
base a esa relativa suma de reformas en el organismo de la madre que
analógicamente podría ser considerada como una sociedad integra, es que ven en
el conflicto una serie de respuestas, de oportunidades de transformaciones de
lo cuantitativo a lo cualitativo, de algo necesario.
El ejemplo era un tanto gransciano, que hacía referencia al concepto de “crisis”,”algo
que está por nacer, pero aún no ha nacido, y algo que está por morir, pero aún
no ha muerto”, esa etapa intermedia, muy crítica, de transición es el clímax
del conflicto, cuando ciertos conflictos llegan a su clímax, siempre en lo que
va dirigida la historia, tiene un nuevo cambio cualitativo, dentro de la
sociedad, es algo que dejo de ser su antigua forma y ahora es otra. El
conflicto es esencial en los cambios sociales, es útil en el desarrollo social,
es inherente a la naturaleza humana.
Existen personas que prefieren evitar los conflictos, que pretenden que
todo siga en calma, inmutable, perenne, que no haya atisbos de inestabilidad,
sino por el contrario todo siga un curso normal y rutinario de las cosas, esas
personas tienen una naturaleza conservadora y están predestinadas al
estancamiento. “Dicen que cuando las aguas se estancan, se pudren”.
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